viernes, 26 de febrero de 2016

MINCETUR: “El TPP no tendrá impacto negativo en el precio de los medicamentos”...Pero el MINSA lo desmiente




Por Rocío Romero Benites

OjoBiónico verificó las recientes declaraciones de la ministra de Comercio Exterior y Turismo sobre el impacto del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) en el precio de las medicinas y, tras revisar informes oficiales y consultar a una organización independiente especializada en el tema, ha establecido que su afirmación es falsa.

El pasado 11 de febrero, durante una conferencia de prensa para explicar los alcances del acuerdo -que está pendiente de ratificación por el Congreso-, la ministra Magali Silva negó que el TPP vaya a generar un incremento en el precio de las medicinas biológicas y adujo que las versiones en ese sentido obedecían a otros intereses. “Se trata de posiciones que buscan generar temor, al igual que buscaron hacerlo cuando el Perú firmó el TLC (Tratado de Libre Comercio) con Estados Unidos”, señaló. “La realidad nos demostró lo contrario, porque la oferta de medicamentos creció 35% y los precios de los productos farmacéuticos aumentaron 2,8%, muy por debajo de la inflación”.

Esa posición fue reiterada en una nota de prensa publicada al día siguiente en la página web del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) bajo el titular: “Magali Silva: TPP no tendrá impacto negativo en el precio de los medicamentos”.

La ministra Silva se refería a que tras la firma del TLC con Estados Unidos, vigente desde el 2009, el Perú ya reconoce por cinco años la protección de datos de prueba, es decir, los resultados de investigaciones de laboratorio que están protegidos por derechos de propiedad intelectual por parte de las farmacéuticas. En ese sentido, los términos del nuevo acuerdo no generarían un impacto adicional. Sin embargo, OjoBiónico ha verificado que el TLC solo aplica esa protección a los fármacos de síntesis química, es decir aquellas medicinas que tienen moléculas y estructuras simples, pero no a los productos biotecnológicos, medicinas elaboradas a partir de organismos microscópicos vivos, que son empleadas para tratar enfermedades crónicas como el cáncer o el VIH.

Por si fuera poco, dos estudios elaborados el 2013 y 2015 por encargo del Ministerio de Salud (Minsa) desmienten la afirmación de la ministra de Comercio Exterior y Turismo al demostrar que los precios de los medicamentos biotecnológicos se incrementarán a mediano y largo plazo si el Congreso de la República ratifica el Acuerdo Transpacífico.

“Se trata de posiciones que buscan generar temor, al igual que buscaron hacerlo cuando el Perú firmó el TLC con Estados Unidos”. Magali Silva, ministra de Comercio Exterior y Turismo.
El más reciente de esos informes es el de “Evaluación del potencial impacto de medidas de protección de la propiedad intelectual en el acceso a productos biológicos”, publicado en febrero de 2015 a pedido de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), del Minsa. Allí se indica que el acuerdo no solo generará un incremento en el precio de los medicamentos biotecnológicos, sino que además causará impactos adicionales como el incremento en el gasto público y modificaciones en el presupuesto del Minsa y del Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud).

El estudio emplea el modelo Intellectual Property Rights Impact Assessment (IPRIA), aplicado en diversos informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre el acceso a los medicamentos y sus costos en América. Se trata de un análisis comparativo de los precios relativos de los principios activos [sustancias biológicas], que permite establecer las posibles variaciones en periodos escalonados de 5, 8 y 12 años. De acuerdo a esta proyección, el precio de las medicinas podría aumentar de 14 a 18% entre el 2024 y 2028, dependiendo del periodo de protección que se otorgue a los datos de prueba.

El otro informe que desmiente a la ministra Silva es el titulado “Impacto de la protección de datos de prueba a productos biotecnológicos en el acceso a medicamentos en Perú”. Según este documento del Minsa -elaborado en el 2013 con una metodología establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, los precios de los medicamentos biotecnológicos serán mayores de acuerdo a la cantidad de años de protección que se otorgue a sus datos de prueba, pues esta limita la entrada de productos competidores al mercado. Según el estudio -que considera lapsos de 5, 8, 10 y 12 años-, el costo de las medicinas podrían incrementarse entre 27 y 39% entre 2018 y 2025, dependiendo del periodo de protección que se les otorgue.

“El Perú reconoce 5 años, pero podrá reconocer 3 años adicionales para nuevas indicaciones, nuevas formas o métodos de uso”. Javier Llamoza, Acción Internacional para la Salud (AIS).

GASTO PÚBLICO

Además del incremento de los precios de los medicamentos biotecnológicos, ambos estudios hacen referencia a las variaciones del gasto público que se generarían por la necesidad de adquirir estos productos con protección de datos de prueba.

El informe del 2013 ya había señalado que, hacia el año 2030, el Estado tendría que invertir unos 491.59 millones de soles si otorgara una protección de 5 años a favor de las farmacéuticas. El estudio del 2015 advierte que el incremento incluso podría ir de 487 a 666.4 millones de soles, dependiendo del periodo de protección de los datos de prueba, que para este caso se simuló en etapas de 5 a 12 años, y bajo una tasa de crecimiento a un máximo de 18% y un mínimo de 15%.

En la conferencia de prensa, la ministra Magali Silva afirmó: “(Con el TPP) tampoco va a variar el periodo de protección de los datos de prueba, que sigue siendo de cinco años, con una ventana de acceso que inclusive lo puede reducir”. Esta afirmación tampoco corresponde a la realidad. Fuentes consultadas por OjoBiónico señalan que, como se explicó líneas arriba, el periodo de protección establecido en el TLC alcanzaba únicamente a los fármacos de síntesis química. Solo con el Acuerdo Transpacífico se amplía a los medicamentos biotecnológicos.

“El Perú reconoce 5 años, pero podrá reconocer 3 años adicionales para nuevas indicaciones, nuevas formas o métodos de uso”, explica Javier Llamoza, químico farmacéutico y representante de Acción Internacional para la Salud (AIS), una organización independiente que hace estudios sobre el mercado farmacéutico y su impacto en los pacientes. Llamoza advierte que, de acuerdo al TPP, el Perú podrá reconocer la protección de cinco años ya no solo a nuevos fármacos de síntesis química, sino a productos farmacéuticos integrales.

VIGENCIA DE LAS PATENTES

En sus declaraciones, la ministra de Comercio Exterior y Turismo también afirmó que desde 1993 el Perú tiene un sistema de patentes que contempla un plazo de protección de veinte años. “Eso no se ha modificado en el TPP”, señaló Silva. No obstante, OjoBiónico ha establecido que esta afirmación tampoco es exacta, pues el aumento del periodo de protección depende en realidad de dos aspectos: el primero se refiere al ajuste de los plazos por demoras “irrazonables” contemplado en el propio TPP; y el otro, a las­ disposiciones de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

En el artículo 18.48 de los acuerdos del TPP se señala que: “cada parte hará los mejores esfuerzos para procesar las solicitudes de autorización de comercialización de productos farmacéuticos de manera eficiente y oportuna, con el fin de evitar retrasos irrazonables o innecesarios”. A decir de Llamoza, esto quiere decir que “el plazo de la patente puede ampliarse por el periodo de retraso injustificado que Indecopi o la Digemid tomen para concederla”. Por ejemplo, si esta última institución demora dos años en otorgar la patente, la vigencia de la misma ya no será de 20, sino de 22 años.

“Perú se compromete a realizar sus mejores esfuerzos para obtener una dispensa de la Comunidad Andina que le permita ajustar el periodo de las patentes”. Anexo 18-D del Acuerdo Transpacífico.

Por otro lado, la CAN tiene una función primordial en la vigencia de las patentes. Como organismo supranacional, reconoce que el plazo es de 20 años y en principio no permite que se extienda. Sin embargo, el Perú puede hacerle consultas para que el periodo aumente por retraso injustificado, lo que abre la posibilidad de una variación en el periodo de vigencia. Así queda establecido claramente en el anexo 18-D del TPP: “Perú se compromete a realizar sus mejores esfuerzos para obtener una dispensa de la Comunidad Andina que le permita ajustar el periodo de las patentes de una manera que sea conforme con el Artículo 18.46.3 (Ajuste de la Duración de la Patente por Retrasos Irrazonables de la Autoridad Otorgante) y el Artículo 18.48.2 (Ajuste del Plazo de la Patente por Retrasos Irrazonables)”.

En consecuencia, con el eventual aumento de la protección a productos biomédicos que no la tenían y la posibilidad de extenderla por diversos factores, se crean las condiciones para que se genere un aumento en el costo de los medicamentos para enfermedades crónicas. Esta situación ha sido advertida por los dos estudios encargados por el Minsa y por observadores independientes. Por estas razones, OjoBiónico señala que lo expuesto por la ministra Magali Silva es: MIENTE.

* Con apoyo en la investigación de Fabiola Torres López.

miércoles, 17 de febrero de 2016

“Con el TPP, el futuro de la salud de los peruanos va a depender de la cantidad de dinero que tengan en sus bolsillos”



Gran Angular conversó con Javier Llamoza, coordinador de AISLAC (Acción Internacional para la Salud Latinoamericana y Caribe), sobre la reciente firma del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica) y sus posibles efectos en la salud pública. Asegura que este tratado generará monopolios para los medicamentos biotecnológicos que en el futuro cubrirán el 50% del mercado farmacéutico y que contrariamente a lo que afirma el Mincetur, los precios de estos medicamentos no serán más baratos. Con pruebas en mano, Llamoza afirma  que hubo un desconocimiento por parte del Mincetur respecto al estudio realizado por el Minsa (2015,) en donde asentaba su oposición a la firma del tratado porque al otorgar la protección de datos de prueba a productos biológicos, el presupuesto público no podría financiarlos.

Por Marilyn Céspedes

P.- La ministra del Mincetur, Magali Silva, afirmó que la firma del TPP nos incluirá dentro de un gran bloque comercial, sin embargo, Perú ya tenía acuerdos bilaterales con 6 de los 11 países restantes. ¿Cuál fue la necesidad de firmar este acuerdo? ¿Qué beneficios se obtendrían en el sector salud específicamente?
R.- Este tratado comercial se negoció con 11 países, de los cuales con 6 de ellos ya teníamos acuerdos bilaterales y les abríamos las puertas para un tratado de libre comercio y eliminación de barreras arancelarias que es el fondo de toda negociación. Sin embargo, en este TPP, se va más allá de eliminar las barreras comerciales  porque se incluyen capítulos como el de la propiedad intelectual que se relaciona con la salud pública por el tema de las patentes y la protección de datos de prueba  y no tiene ningún beneficio en el tema de salud. Lo que la Ministra siempre dice es que con este tratado crecerán las exportaciones y así el Perú se incorporará a un bloque comercial más grande que es el 40% de PBI, pero ella solamente habla de valores, nunca habla de mejorar el sistema de salud, porque ese tema no está en el acuerdo comercial. En este sentido, por ejemplo, actualmente el Perú paga $10 millones de dólares a Brystol-Myer Squibb que cobra por cada tableta S/.29.00, mientras que en otros países como Brasil cuesta s/.1.35. Ella dice que podemos seguir pagando este precio porque lo que vamos a recuperar en inversiones nos da para pagar un alto precio y eso no es así, porque el Perú no tiene recursos y tampoco el dinero de los peruanos puede servir para gastarse ineficientemente, se debe pagar el precio que corresponde.

P.- ¿Cuál debió haber sido la mejor alternativa para el ingreso de medicamentos biotecnológicos al país?
R.- Primero, no ha debido incluirse el capítulo de propiedad intelectual, este TPP ha debido terminar como los 17 acuerdos que tenemos en donde se negocia eliminar barreras comerciales para que el flujo de importación y exportación fluya. Hasta ahí está bien, pero cuando incorporamos estos capítulos lo que hacemos es que no hayan competidores, no hayan genéricos o biosimilares y cuando no hay competidores en el mercado hay un alto precio. No hemos debido aceptar en esta negociación capítulos tan sensibles que ponen en riesgo la salud pública.

P.- Las negociaciones de la firma del tratado se han realizado sin considerar la opinión del Minsa que había realizado un estudio evaluando el impacto de aceptar la propiedad intelectual que requería el TPP. ¿Cuáles fueron estas conclusiones?
R.- Este fue un estudio realizado en el 2015 por el Minsa porque quería saber qué impacto iba a tener en el presupuesto público la protección de datos de prueba para productos biológicos que se especificaba en una cláusula del tratado. Las conclusiones del estudio arrojaron que con la tasa del crecimiento de gasto de 18% a 15%, los resultados al 2038, o sea 10 años después de entrar en vigencia el TPP –porque  debemos recordar que tenemos este acuerdo comercial que a partir del  2015 tiene 2 años para aprobarse hasta el 2018 y luego viene un periodo de latencia hasta el 2028 y recién en ese año entraría en vigencia el TPP–, muestra que la diferencia del gasto respecto al escenario base sería de S/.4.100 millones si aceptamos la protección de prueba de 5 años; a  diferencia de las cifras actuales que son S/.158 millones. Esto significa que solo para comprar medicamentos biológicos vamos a pasar a gastar S/.4.100 millones y eso que aún falta la compra de medicamentos químicos. Entonces, el Minsa se dio cuenta que el gasto iba a ser grande y ellos dijeron que no estaban de acuerdo en que ese capítulo ingrese a la negociación, porque no se debe otorgar monopolios a los medicamentos, ya que eso los hace inaccesibles e impagables por el Estado

P.- ¿Por qué el Mincetur no tomó en cuenta este estudio cuando se realizaron las negociaciones?
R.- El Ministerio de Salud tenía esta información e hizo un informe en mayo del 2015, que acaba de filtrarse en la red, en donde se pide que se eleve a la Presidencia del Consejo de Ministros. La postura del Minsa era que no se podría aceptar la protección de prueba para los datos de productos biológicos. Por este motivo, al llegar la última negociación, el Minsa se retiró de la mesa porque no se tomó en cuenta su posición. Así que fue la Ministra Silva, la que terminó firmando el tratado, a pesar de que los puntos que estaban negociándose iban en contra de la posición del Ministerio de Salud.

P.- Se critica mucho el que las negociaciones se hayan desarrollado en secreto. No participó la población civil como en otras oportunidades a través de una Sala Adjunta. ¿Por qué el Estado no generó mayor debate sobre este tema?
R.- El Perú ya tiene 17 negociaciones, cuando se negoció el TLC con EEUU había una Sala Adjunta donde los ciudadanos y las organizaciones podíamos ingresar y saber qué se estaba negociando, podíamos conocer que puntos se tocaban, cuáles eran los riesgos y los beneficios. La negociación del TPP se desarrolló en absoluto secreto, no hubo ninguna Sala Adjunta como en otras negociaciones; sospechábamos de algunas cosas que se negociaban gracias a Wikileaks que filtró documentos, pero nunca hubo un debate público. A pesar de que el Mincetur negociaba por el país, el país no sabía qué se negociaba. La sociedad civil exigía respuestas, quería saber si lo que decía Wikileaks era cierto o no, pero el Mincetur nunca abrió sus puertas para decirnos si era verdad o no. Lo que sí hizo fue organizar algunas reuniones donde ellos convocaban para informar cómo se desarrollaban las negociaciones, pero esta información era muy parcializada, muy puntual y poco explicativa de lo que realmente estaba negociándose. Es por eso que los ciudadanos rechazamos la forma en la que se negoció en absoluto secreto este tratado.

P.- El rechazo a la firma del TPP se debe a que los medicamentos biológicos y los biosimilares se encarecerán porque se generará un monopolio. ¿Qué relevancia tiene en este caso la aplicación de una Licencia Obligatoria? ¿Esta podría ser una medida para que si en un futuro se llegan a incrementar los precios de medicamentos pueda haber mayor acceso a estos?
R.- Esa es una buena pregunta. La Ministra Silva ha dicho que va a haber situación de monopolios para muchos medicamentos y si hubiera un abuso de alguna empresa se puede utilizar la flexibilidad del ADPIC (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual) que significa que si algún medicamento tiene un alto precio, el Ministerio de Salud puede otorgar una Licencia Obligatoria y con esto se permitiría que los competidores ingresen  y así el precio se reduzca. La regla de oro es que la competencia es la mejor forma para reducir el precio de un medicamento. Y es cierto que en el TPP hay un acápite que dice que entra en vigencia la flexibilidad del ADPIC, entre ellas la Licencia obligatoria. Para la Ministra esta es la válvula de salida, pero eso es contradictorio porque en estos momentos que no tenemos TPP, solo tenemos TLC con EEUU, el medicamento atazanavir (antiretroviral) –que cuenta con una patente–, en el 2014 lo compramos a S/.39.00 mientras que Bolivia lo tenía a S/.1.40. El Minsa ha analizado esta situación y ha cuestionado el hecho de que paguemos un precio tan alto a nivel de la región. Por ese producto, el 56% de presupuesto destinado a todos los retroviarales, se los lleva solo un medicamento y eso es algo inconcebible. El Ministerio de Salud ha hecho una propuesta para declarar de interés público este medicamento, de tal manera que se haga uso de la Licencia Obligatoria; se ha hecho una propuesta que fue elevada el 25 de enero de 2015 a la Presidencia del Consejo de Ministros para que por Decreto Supremo, como dice la norma, se declare de interés público y se declare la Licencia Obligatoria, pero como es Decreto Supremo requiere que el Minsa, el Minjus, el Mindef y el Mincetur le den el visto bueno. Sin embargo, Mincetur ha dicho que a los inversionistas no se los puedes tocar, que esa Licencia Obligatoria no puede ser utilizada porque no hay un interés público porque esa no es una emergencia y porque no se afecta la seguridad nacional. Entonces, el mismo mecanismo que la Ministra dice que se puede utilizar, hoy día, ya tiene 1 año en discusión y no se le da el visto bueno. Mientras no haya la voluntad política y se siga con esta agresiva política de apertura comercial donde se ponen los intereses  privados sobre intereses públicos ninguna válvula de escape y ninguna Licencia Obligatoria va a poder solucionar el problema.

P.- Uno de los argumentos que utiliza la Ministra Silva para defender la firma del TPP es que los precios de los medicamentos biológicos que ingresen no aumentarán de precio porque que con el TLC de EEUU no sucedió lo mismo. Sin embargo, nos enfrentamos a dos escenarios distintos por el tipo de medicamentos que está de por medio y por los aspectos de derecho de propiedad intelectual que se manejan en ambos casos…
R.- Es cierto lo que dice Magali Silva, los precios no se van a incrementar porque el TPP cuando ingrese va a entrar en vigencia dentro de 10 años, no va a afectar los productos que están en el mercado. Lo que va a hacer el TPP es que las nuevas tecnologías biotecnológicas destinadas, en estos momentos, para el cáncer, diabetes, hipertensión, entre otras enfermedades que afectan a muchos peruanos  van a ingresar en calidad de monopolio, no van a tener competidores ni habrá genéricos; entonces, los precios se volverán inaccesibles. Es cierto que no van a subir, pero tampoco va a ver competencia y cuando no hay competencia los precios no bajan. La Ministra se refiere a que con el TLC  de EEUU, los medicamentos no subieron cosa que es cierta, pero también es cierto que  basa su argumento en un estudio que realizó el Minsa a un año de cerrar la negociación del tratado. En este sentido, la información que maneja es falsa porque; en primer lugar, ningún impacto se puede medir a un año de haber entrado en vigencia, eso es imposible; segundo, en el estudio del Minsa se resalta que los precios disminuyeron a consecuencia de las compras corporativas y la subasta inversa que el Perú realiza para obtener a un mejor precio los medicamentos. El Perú, cuando tiene competencia obtiene los mejores precios de la región porque es uno de los pocos países que hace compras corporativas. Otra cosa que también tiene Perú es la subasta inversa en donde el que ofrece menos precios es el que gana. Sin embargo, cuando hay monopolio pasa lo contrario: paga el precio más alto en la región. El TLC no ha hecho que bajen los precios, el TLC elimina aranceles y a Perú no solo le permite esto, sino que para medicamentos con VIH, cáncer o diabetes no pagan IGV, entonces no solamente hay que mirar que los precios no subieron, sino que se mantuvieron altos y más allá de eso no pagan IGV. Nadie se ha puesto a cuantificar cuánto deja de cobrar  por impuestos de estos medicamentos el Estado peruano.

P.- Existen dos posturas encontradas respecto al tiempo que entrarán en vigencia las patentes y la protección  de datos de prueba. La versión del Mincetur afirma que los años correspondientes a las patentes y datos de prueba pueden superponerse (las patentes corren al mismo tiempo que los datos de prueba);  y la de los colectivo civiles que afirman que además de los 20 años destinados a las patentes, se agregarían 5 años de datos de prueba, más 3 años adicionales si las razones comerciales lo justifican. ¿Quién tiene la razón?
R.- Lo que afirma la Ministra Magali Silva es falso. Dice que los dos periodos coexisten: el periodo de 20 años de patente coexiste con el periodo de protección de datos de prueba que es 5 años y puede ampliarse hasta 8. La Ministra dice que están dentro del periodo de patente y por lo tanto la exclusividad no va más allá del periodo de esta. Ahora, ¿por qué digo que es falso? Porque el Perú ya da protección de datos de prueba para productos químicos desde el 2009 por el TLC con EEUU. Hasta la fecha, se han protegido 24 nuevas entidades químicas y si uno analiza, encuentra que de las que han tenido protección de datos de prueba por 2, 3 y 5 años  ninguna de ellas, salvo un caso ha tenido patente, pero sí el monopolio por protección de datos de prueba. Solo un caso tiene protección de datos de prueba estando dentro del periodo de la patente. Entonces, no nos pueden decir a nosotros que coexiste cuando la evidencia nos muestra que de todos los productos que tienen  monopolio por protección de datos de prueba nunca pidieron la patente pero sí pidieron la exclusividad del mercado bajo este mecanismo. Ahora bien,  en el acuerdo del TPP según el anexo 2B hay una cita que señala que el Perú aceptaría una posición de prueba de “al menos 5 años”, a pesar de que el Minsa en su documento del 13 de mayo decía que no se colocara “al menos 5 años”, sino “normalmente 5 años” como se hizo con el TLC con EEUU.

P.- ¿Cómo se han venido manejando las negociaciones del TPP a nivel regional? ¿Qué tan perjudicado se ha visto nuestro país respecto a los demás?
R.- Si bien es cierto, en esta negociación quien más tendría que perder en el capítulo de propiedad intelectual es Perú porque tiene un TLC con EEUU, que es uno de los más feos que pudo haber aceptado el Congreso. En EEUU, los demócratas  miraron este tratado y dijeron ¿qué ha firmado el Perú? Y lo que hicieron fue enmendar dicho tratado. Se le quitó todo lo malo: las patentes de segundo uso, la ampliación de patentes y varios temas  que iban en contra de la salud pública; lo único que dejaron fue la protección de datos de prueba para productos de síntesis química y ese TLC terminó siendo el tratado menos lesivo que EEUU haya firmado con todos los países. Por ejemplo el TLC EEUU – Chile aceptó la protección para biológicos, el Perú solo lo aceptaba para nuevas síntesis químicas. Entonces el Perú en camino de protección intelectual era el que más podía perder porque tenía la valla más baja en relación a todos los demás países. Chile sí aceptó la protección para biológicos, pero como se sabe un tratado comercial no se termina cuando se firma, sino cuando se implementa, entonces a través de su reglamento de implementaciones hicieron que sea lo más saludable posible que no afectara la salud pública y eso les molesto a EEUU pero es una soberanía que Chile tiene sobre sus normas.

P.- A 7 años de haber firmado el TLC con EEUU, ¿considera que sí ha habido una mejora en el acceso de medicamentos?
R.- Ha habido un impacto pero no ha sido tan grande como sucedió en otros países. Sin embargo, esto es algo que no va a suceder con el TPP porque los biotecnológicos para el año 2020 tendrán el 50% del mercado. De hecho, en estos momentos, ya el Estado adquiere medicamentos como el trastuzumab que es un medicamento biológico para el cáncer de mama, pero,  ¿cuánto cuesta este producto para EsSalud? S/. 30 millones en el 2015. El trastuzumab fue el medicamento en el que más se gastó porque cada ampolla cuesta S/.5 500.  Entonces una persona que gana S/.750  jamás va a poder comprar una ampolla ni siquiera cubrir el tratamiento completo que podría llegar a costar S/.220 000. La pregunta es ¿por qué pagamos un alto precio? Porque este medicamento es único en el mercado. Una situación parecida a esta es lo que va a suceder con el TPP. Ahora, ¿cuánto cuesta fabricar este producto? El  1.7% del precio de venta, más o menos S/.93.50 y nos lo venden a S/.5 500; sin embargo, el día que haya competencia en el mercado para este producto, asumimos, que el precio se reducirá en S/.500, pero mientras no exista ese escenario, la empresa Roche nos va a seguir cobrando cifras exorbitantes.

P.- En este sentido, ¿qué va a pasar entonces con EsSalud y el Minsa que son los que adquieren las medicinas para el seguro social? ¿Cómo se van a ver afectados?
R.- Si le otorgamos nuevos mecanismos de monopolio a las transnacionales farmacéuticas, el Ministerio de Salud y EsSalud no van a poder tener el presupuesto suficiente para cubrirlos. Si el Estado no incrementa el presupuesto público, lo que va a suceder es que el ciudadano va a tener que sacar de su bolsillo, pero si al ciudadano no le alcanza habrá personas que no podrán recuperar su salud o que mueran a pesar de que la solución si esté en el mercado, pero es inaccesible por su alto precio. El futuro de la salud de los peruanos va a depender de la cantidad de dinero que tengan en sus bolsillos para poder cubrir estas nuevas terapias. Así de trágica es la cosa; por ello el Perú está diciendo no al TPP y no solo este país, sino también Chile, Nueva Zelanda, EEUU, entre otros. Sería vergonzoso que el Congreso lo apruebe y que nuevamente nos enmienden el tratado como sucedió con el TLC por haber firmado algo en contra de la salud pública. Lo que estamos pidiendo es que a partir de la evidencia del estudio del Minsa, nos digan que eso no va a ser tan real, que nos digan cuáles son los argumentos del Estado para decir que ganamos más de lo que perdemos porque la salud no se negocia.

P.- Los que se muestran a favor del TPP afirman que la protección a las patentes y los datos de prueba van a ayudar a promover la investigación y encontrar alternativas para combatir ciertas enfermedades. ¿Qué opina al respecto?
R.- Las personas que dicen que debemos pagar un alto precio porque eso permite a las farmacéuticas recuperar sus gastos de inversión están equivocadas. Se supone que dicen que para desarrollar un producto biotecnológico, la industria farmacéutica invierte $1.2 billones de dólares, entonces esta cantidad tendría que ser recuperada en el periodo de patente 20 años. Ahora, si le va a dar un tiempo mayor de 5 u 8 años estamos hablando de 20, 25 o 28 años en el otro extremo. En el caso del trastuzumab que cuesta en el mercado peruano S/.5500 y su fabricación S/.93.50, Roche que es la empresa, en el 2013 facturó $6.2 billones de dólares solo por un año. En 10 años de patente son $60 billones de dólares, o sea que con creces recuperaron el $1.2 billones de dólares que supuestamente deben recuperar por la patente. Entonces, cuando alguien me dice que hay que pagar altos precios porque tienen que recuperar su inversión, primero que me digan cuánto se gastó y cuánto se va a recuperar porque en el caso de traztuzumab hace tiempo ya recuperaron. La patente venció en octubre del 2014 en EEUU, ya pasaron sus 20 años de protección y exclusividad, a pesar de eso nos siguen cobrando S/.5500, entonces no hay argumento para sostener el alto precio que estamos pagando.

P.- La defensa del Mincetur  a la protección de los datos de prueba fue que más allá de favorecer a las transnacionales con los monopolios, en un futuro también podría verse favorecida la industria nacional si se llega a desarrollar medicamentos biotecnológicos. ¿Esto sería posible? ¿Cómo ve la industria de este sector, en estos momentos?
R.- En el tratado hay una cláusula que dice que el Estado no puede implementar políticas públicas cuyo resultados puedan afectar las ganancias del inversionistas porque nos exponemos a que nos demanden no en una corte nacional, sino en una corte extrajera. El Perú no podría favorecer a los inversionistas nacionales para que su empresa crezca y pueda producir estos productos biotecnológicos que no son tan fáciles de producir.  Nuestro país a diferencia de Argentina, no fabrica biotecnológicos. Si se quisiera hacer, la industria nacional tendría que buscar la manera de competir porque estos acuerdos comerciales están bloqueando algunos elementos para que haya mayor crecimiento. Esta competencia, a su vez, actualmente es en un escenario que adverso porque los productos importados para VIH, cáncer o hipertensión no pagan IGV ni aranceles; sin embargo, los que lo fabrican en el país sí los tienen que pagar. Entonces, el productor nacional se ve en desventaja por la misma política de Estado, y aún si quisiera hacerlo no podría porque el TPP y los acuerdos comerciales no lo permiten. Sería importante que se fabriquen biológicos en el Perú, en la medida en que el gobierno implemente nuevas políticas.

Ver en: http://elgranangular.com/2016/02/17/con-el-tpp-el-futuro-de-la-salud-de-los-peruanos-va-a-depender-de-la-cantidad-de-dinero-que-tengan-en-su-bolsillos/

¿Los medicamentos biológicos serán inaccesibles con el TPP?




Informe publicado en el diario El Comercio, que recoge declaraciones de Javier Llamoza de AIS-RedGE. Las negociaciones del capítulo de propiedad intelectual del Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) pusieron sobre la mesa dudas y miedos en torno a si el tratado restringe o no el acceso a medicamentos de origen biológico que se usan para combatir enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide, la soriasis, el VIH, entre otros males.

Si bien este tema ha motivado marchas alrededor del mundo en oposición a este acuerdo –que según sus detractores extendería la duración de las patentes de los medicamentos, haciéndolos excesivamente caros, por lo tanto inaccesibles a los pacientes– aún existe desconocimiento acerca de qué son estos fármacos de última generación.

En palabras simples, un medicamento de origen biológico es derivado de un organismo vivo, ya sea de animales o microorganismos como las bacterias. Un claro ejemplo de un medicamento biológico son las vacunas.

Según explica José Josán, profesor de la Universidad Cayetano Heredia y miembro de la Alianza Internacional de Asociaciones de Pacientes (IAPO), la gran diferencia entre los medicamentos biológicos y los de origen químico está en el tamaño de las moléculas que lo componen; para el caso de los biológicos estas son gigantescas, lo cual hace compleja su producción e imposible llegar a producir una copia idéntica, “porque una molécula de un organismo vivo jamás podrá ser igual a otra, pero sí similar”.

Por lo tanto, los laboratorios podrán generar medicamentos biosimilares una vez que la patente del producto original –que en el caso del Perú es protegida por 20 años– haya vencido, con un efecto muy cercano, o incluso mejor, que un original y que tienen un costo menor.

Esto porque si bien antes de su producción los laboratorios deben desarrollar más estudios en la parte química para demostrar que es similar al producto biológico original y que causará efectos muy cercanos, la cantidad de investigaciones disminuye en las fases de análisis sobre animales y seres humanos.

En cambio los fármacos químicos están compuestos por moléculas más pequeñas y simples; en su simpleza radica la facilidad para copiar y obtener medicamentos genéricos una vez que la patente –que, como ya se dijo, dura dos décadas en el Perú– haya vencido.

La gran ventaja de los medicamentos biológicos frente a los químicos es su especificidad y porque rara vez causan efectos secundarios, por lo que van ganando terreno en el mundo. Según un reporte de la estadounidense Persistence Market Research, en el 2014 la industria de este tipo de fármacos facturó más de US$161 mil millones en todo el mundo y se espera que hacia el 2020 supere los US$287 mil millones. Según un informe publicado por “The Economist”, en Estados Unidos se desarrollan 900 productos biológicos para más de 100 enfermedades. En estos momentos se estima que existen en el mundo 250 medicamentos biotecnológicos para tratar 380 enfermedades.

UN TEMA DE COSTOS
Ahora, la producción de medicamentos biológicos es muy cara. Según el profesor Josán, en la investigación de una sola molécula se puede llegar a invertir US$1.200 millones en un período de entre 10 y 15 años, luego de estudiar entre 5 mil y 10 mil compuestos y pasar por una serie de pruebas tanto químicas como clínicas. Como estos medicamentos representan una gran inversión, hace lógica que el costo sea también alto.

Así se tiene que, por ejemplo en Estados Unidos, según “The Economist”, la administración de un medicamento biológico para un paciente que sufre artritis reumatoide puede costar US$12 mil al año. En el caso del Perú para el tratamiento de soriasis el costo puede variar entre S/44 mil y casi S/55 mil al año dependiendo del fármaco a usar y la forma de suministrarlo.

El alto costo de estos medicamentos supone también grandes desembolsos por parte de los sistemas de seguro social de los países para tratar a la población que padece estos males. En nuestro país, según datos publicados por el doctor Elmer Huerta en octubre pasado en El Comercio, de todos los medicamentos que compra Essalud solo el 2% son biológicos, pero representan el 65% de sus gastos generales en medicinas.

Es por estos factores que en el mundo se busca que no se incremente el tiempo de protección de las patentes y muchas organizaciones de la sociedad civil, tales como Médicos sin Fronteras o Acción Internacional para la Salud, afirman que las negociaciones de los capítulos de propiedad intelectual en los tratados de libre comercio (TLC) ponen en riesgo estas intenciones. “En la mesa de negociaciones países como Estados Unidos han buscado extender la protección de las patentes”, dice Javier Llamoza, de Acción Internacional para la Salud.

Pero según estas organizaciones, la población no solo se vería perjudicada por las intenciones de extender el tiempo de protección de las patentes como tal, sino que esta se alargaría con la protección de los datos de prueba –que son los resultados de aquellos ensayos clínicos en animales y seres humanos que garantizan la eficacia del fármaco– de estos productos, lo que haría, según afirman, inviable su comercialización bajo la forma de biosimilares.

¿POLÉMICA ENFOCADA? 
Es así que la protección de los datos de prueba es el origen de las controversias en el TPP. En su texto se establece la protección de estos datos por cinco años para países como el Perú. No obstante, hay una cláusula que afirma que si existen razones comerciales que lo justifiquen, esta protección se puede ampliar por tres años más.

“Si bien se dice que el Perú protegerá los datos de prueba por cinco años, esta cláusula podría interpretarse como que el país protegerá los fármacos biológicos por ocho años y así el monopolio de los laboratorios sobre un medicamento se extenderá”, dice Llamoza.

Janice Seinfeld, directora ejecutiva de Videnza Consultores, afirma que para no dar lugar a esta interpretación, el Estado debe –a través del Congreso, que es la entidad que se encargará de aprobar el TPP– especificar que el Perú solo protegerá los datos de prueba por cinco años. “En eso se debe ser muy específico, para que luego no haya inconvenientes”, afirma.

Según el Ministerio de Comercio Exterior, la protección de datos de prueba no extiende la patente, porque esta protección coexiste con el tiempo de vigencia de la misma. Es más, el profesor José Josán precisa que la protección de los datos de prueba comienza a regir desde que el producto sale al mercado. “Por lo tanto, los datos de prueba no extienden la patente. Así que el TPP directamente no afectará el acceso a los medicamentos biosimilares como sí lo puede hacer la falta de normativa interna”, precisa el especialista.

Luis Alonso García, especialista en propiedad intelectual y ex viceministro de Comercio Exterior, confirma lo dicho por el profesor Josán y agrega que ningún acuerdo comercial en sí mismo limita el acceso a medicamentos, lo que sí puede hacerlo es no tener políticas públicas que garanticen la salud de la población.

“En el caso específico de los fármacos biosimilares, hace falta el reglamento que permita acceder a fármacos seguros y de calidad”, dice Luis Alonso García.
Augusto Rey de la Cuba, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (Alafarpe), afirma que el Perú está rezagado en esta normativa por lo menos cuatro años, debido a que no ha habido una voluntad política para dar este reglamento.

“En el 2009 salió la nueva ley de productos farmacéuticos, pero hasta ahora no existe un reglamento de inscripción y reinscripción de biosimilares. Hubo un borrador que se nos alcanzó, hicimos las observaciones, pero hasta ahora nada y nos hemos enterado de que el Ministerio de Salud ha enviado un borrador al Ministerio de Economía, pero deja mucho qué desear”, afirma Augusto Rey.

Según detalla el representante gremial, uno de los detalles en los que Alafarpe muestra muchos reparos es el hecho de que en el documento alcanzado al MEF se afirma que Digemid puede tomar como referencia para el registro de biosimilares los estándares de la Organización Mundial de la Salud, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, en inglés) y cualquier otro organismo que Digemid considere conveniente.

“Con esto se baja el nivel de exigencia para el registro de los biosimilares y puede entrar cualquiera, lo que no necesariamente significa calidad”, señala Augusto Rey de la Cuba.

Además, según Alafarpe, el nuevo documento deja dudas sobre qué pasa con los medicamentos biosimilares que piden registro amparándose en la normativa para los de origen químico, “esto atenta contra la competencia”, dice.

El interés de Alafarpe por el tema es porque muchos de sus laboratorios afiliados fabrican biosimilares. “Estos productos no se comercializan acá porque no hay reglamento, así que van al extranjero”, cuenta.

Pero este problema de falta de reglamentación también lo sufren los medicamentos de origen químico. Según cuenta Antonio Luján, CEO del laboratorio Galenicum, Digemid aún no expide el reglamento para que se realicen los estudios de bioequivalencia –que miden la eficacia de los medicamentos genéricos– para el tratamiento de enfermedades como el cáncer. Para este informe se buscó la versión de Digemid, pero hasta el cierre de edición no respondieron.

Como se desprende de todo lo dicho en este informe, el acceso a medicamentos de última generación no está condicionado a si se firman o no acuerdos comerciales. Está relacionado con la normativa interna que refleje las políticas públicas para que los peruanos puedan acceder a estos fármacos.

DATOS DE PRUEBA
En el Perú no se puede comercializar un medicamento, patentado o no, sin que la Digemid le otorgue un registro sanitario. Para obtenerlo, la empresa innovadora debe acreditar la seguridad y eficacia del medicamento, a través de investigaciones clínicas, denominadas datos de prueba que corren a cargo de cada empresa. En el Perú se protegen estos datos por cinco años para los medicamentos de origen químico y con el TPP se ha asumido el compromiso de protegerlos para los fármacos de origen biológico.

Según un análisis hecho por la Sociedad de Comercio Exterior (Cómex), esto no supone extender la patente de los fármacos biológicos, porque las patentes y los datos de prueba tienen naturaleza distinta. Sus plazos de protección no se suman, sino que suelen ser paralelos. Asimismo, dada la demora de las autoridades en otorgarlos, o cuando la protección de datos de prueba se haya concedido en otro país, los plazos efectivos de protección en el Perú se reducen considerablemente.

Es más, Cómex señala que desde la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos, la Digemid ha otorgado unos 18.000 registros, pero solo 37 recibieron protección de datos de prueba, de los cuales 14 ya han vencido.

Ver en: http://elcomercio.pe/economia/peru/medicamentos-biologicos-seran-inaccesibles-tpp-noticia-1878684

lunes, 8 de febrero de 2016

¿A quién escucha Magaly Silva?

Artículo escrito por Javier Llamoza de AIS-REDGE, publicada en el blog La Mula. El Perú acaba de firmar uno de los acuerdos comerciales más controversiales, pues no solo involucra preferencias arancelarias para agilizar el flujo comercial de bienes y servicios, si no que el acuerdo denominado Trans Pacific Partnership (TPP, por sus siglas en inglés) contiene más capítulos que se orientan a dar seguridad al inversionista, otorgándoles exclusividad en el mercado de medicamentos, por un periodo de tiempo determinado. 

Los cuestionamientos de los colectivos de la sociedad civil se centran en que, a cambio de insertarse al bloque comercial de 11 países, se ha terminado negociando temas sensibles como el acceso a medicamentos, biodiversidad, internet y soberanía. La justificación del MINCETUR, que encabeza la negociación en Perú, ha sido el de no dejar pasar la oportunidad de formar parte del bloque comercial más importante del mundo, que representa el 40% del PBI mundial con un mercado de 800 millones de consumidores. Nada más falso, pues el Perú ya tenía cuerdos comerciales con 6 de los 11 países firmantes.

Pero ¿para esta negociación, a quién escucha la Ministra Magaly Silva? En una de sus presentaciones realizadas en la Comisión de Salud del Congreso de la República, donde debía informar sobre este acuerdo TPP, cito un comunicado de los gremios empresarios del 02 de octubre del 2015, sin tomar en cuenta los tres comunicados que la sociedad civil y la industria nacional farmacéutica publicaran cuestionando este acuerdo. Cuando se trata de escuchar a los pacientes, la Ministra no consulta a la Red Peruana de Pacientes y Usuarios, que agrupa a 97 organizaciones, prefiere preguntarle a la Alianza Internacional de Pacientes (IAPO, por sus siglas en inglés) que no creo que su opinión tengan más legitimidad que los pacientes y usuarios del país. Si uno mira esta organización y quienes lo financian, en su portal web (https://www.iapo.org.uk/es/healthcare-industry-partners), observamos a muchas transnacionales farmacéuticas como Ely Lilly, Novartis, Pfizer, Sanofi, Janseen, entre otras, empresas que podrían ser beneficiadas con la comercialización de medicamentos biotecnológicos, una vez entre en vigencia el TPP.

Entonces, al parecer la Ministra equivocó el auditorio o tiene un papel de negociadora global. Lo cierto, y lo que debemos recordarle, es que en el Perú se cuestiona el acuerdo al que nos ha comprometido y si quiere escuchar las razones debe oír a su auditorio, 30 millones de peruanos, oído por favor Ministra.