Artículo publicado en el diario La Primera el 2 de junio de 2012. Las
patentes otorgan exclusividad en el mercado por veinte años. En ese periodo,
nadie puede competir, por ejemplo, con un
medicamento patentado. Ya que los
monopolios que resultan de las patentes pueden abusar de su posición de dominio
e imponer precios muy altos, las normas y reglamentos que rigen el otorgamiento
de patentes deben tener el cuenta los
criterios técnicos y científicos que evalúen que los productos candidatos a ser
patentados cumplan con los principios universalmente aceptados: el producto es
una “novedad”, tiene “altura inventiva”
y “aplicación industrial”.
¿Cuál es
la calidad del “patentamiento” en el país, particularmente en relación a
medicamentos?. Es decir qué es lo que se patenta y cuáles son los criterios de
evaluación para decidir lo que amerita tener
una patente. Si las normas son
muy permisivas y además, el organismo
responsable de esta función (INDECOPI) no tiene las calificaciones apropiadas para
evaluar las solicitudes de patentes de
medicamentos, el proceso puede convertirse en un mero trámite administrativo
donde agentes económicos presionan para uno y otro lado.
Como
resultado del TLC con Estados Unidos, el DL 1072 , establece por ejemplo que no
podrán tener protección de datos de prueba que también otorga exclusividad en
el mercado por cinco años, las
“combinaciones de entidades químicas conocidas” , “cambios de vías de
administración” (de una tableta a una inyección, por ejemplo), “formas de
dosificación” de un medicamento, “cambios en formas farmacéuticas”,
“combinación de una entidad química
nueva con otra ya conocida” o “formas que puede adquirir una molécula”. Aplaudimos
estas y otras restricciones que por
razones de espacio no hemos descrito, que tienen un reconocido sustento técnico
y científico que previenen la protección indebida y la creación de monopolios en el mercado
farmacéutico.
No estaría
ocurriendo lo mismo con el otorgamiento de patentes. Primeros indicios muestran que se estarían otorgando patentes a sales,
cristales, composiciones mejoradas, composiciones
pediátricas y otros casos que permiten dudar de la calidad de las patentes en el país.
Esto exige que los actores
involucrados, de manera particular el MINSA, vigilen los procesos de
otorgamiento de patentes y se evite la creación de “monopolios legales” que
pueden afectar innecesariamente el acceso a medicamentos a precios convenientes
y de calidad. Esta vigilancia tiene como condición que el INDECOPI transparente los procesos de otorgamiento de
patentes ofreciendo información amigable y de fácil acceso.
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